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ASCENSIÓN A MONTE PERDIDO EN UN DÍA DESDE NERÍN: |
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A las 7 de la mañana nos subimos al autobús junto al hotel de Nerín (1281m.de altitud).
Éste, asciende por la pista pasando por el cuello de Arenas, por debajo del Pico Pueyo Mandicieto (2384m.) y llega finalmente a los 1887m. en la zona del Ciarracils. En este punto sale una pista a la derecha (según nuestro sentido) con una cadena.
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Pasamos la cadena y comenzamos a ascender por esta pista que está en desuso hasta llegar a lo alto. Aquí se nos apareció El Valle de Ordesa, y al fondo, El Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond.
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Por el sendero bordeamos la curva que hace El Valle de Ordesa. Desde aquí se aprecia hacia abajo el gran desnivel del valle (el río está sobre los 1000m. y nosotros caminábamos sobre los 1900m.)
Llegamos a una gran planicie, el sendero se pierde, pero se ve una pista. Nos dirigimos hacia ella, una vez alcanzada, andamos por esta dirección a Sierra Custodia.
La pista
nuevamente se termina (hasta aquí llegan
vehículos que traen provisiones al refugio,
aunque el cargamento más grande, normalmente se
hace por helicóptero).
Continuamos por un sendero bien marcado,
maravillándonos en todo momento por las
imágenes, colores, luces y demás en todo este
entorno.
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Al fondo, en el valle, veíamos grupos de montañeros que se dirigían al refugio por esta otra ruta. También divisamos la cascada Cola de Caballo, encima, hacia la izquierda, El Pico Punta Tobacor (2779m.), El Circo de Góriz y más a la derecha el refugio del mismo nombre.
El sendero nos hace girar hacia la izquierda andando por una meseta con pequeñas praderas y grandes rocas donde nos encontramos varias Marmotas en su hábitat.
Llegamos al refugio de Góriz (2160m.). Llevábamos unas dos horas de ruta. Se puede llegar en menos tiempo al refugio desde el autobús, pero para nosotros, que es la primera vez que venimos a este lugar, la belleza de estos paisajes nos hacía detenernos con la cámara de fotos cada dos pasos.
El refugio estaba completo y tiendas de campaña salpicaban todo el entorno. El teléfono del refugio para reservas es: 974 341 201. A partir de las 6 de la tarde se puede acampar, pero por la mañana hay que recoger y desmontar, aunque mucha gente desmonta la tienda y la deja extendida en el suelo para volver a levantarla por la tarde.
Gracias a los autobuses llegar al refugio es casi un paseo por lo que hay mucha gente que llega hasta aquí como simples turistas y no como montañeros.
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Continuamos hacia nuestro objetivo ascendiendo desde el refugio por el sendero bien marcado que retrocede dirección El Morrón de Arrable para girar después hacia la izquierda, sin dejar de ganar altura a cada paso.
Todo aquí es llamativo, los colores, las formaciones rocosas, los pedregales, la vegetación. Sarrios aparecieron entre las piedras, mirándonos descaradamente.
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Hay repisas rocosas y varios murallones de piedras que hay que salvar ayudándonos con las manos. Una vez pasados éstos, siempre se encuentran hitos de piedras entre las rocas para continuar el camino. Un trasiego de montañeros ascendían y descendían continuamente.
Pasamos varios neveros. Por encima de uno de ellos, hay cadenas colocadas en la roca estratégicamente; nos ayudamos de éstas para pasar y no correr ningún peligro por este paso resbaladizo.
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El sendero no tiene pérdida y tras pasar los diversos obstáculos del camino, llegamos al Lago Helado.
En esta ocasión no estaba helado. Personalmente, al llegar a este lugar, me recordó a La Laguna de La Caldera de Sierra Nevada, pero aquí, el sendero que pasa por encima lleva al Cuello del Cilindro, en vez de a La Loma Pelá.
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Hacia la izquierda, se nos presenta la escupidera con un gran nevero en la parte baja.
Comenzamos el ascenso por el margen derecho de este embudo; un cartel nos indica zona peligrosa. Ascendimos cresteando por la pala. El nevero quedaba a nuestra izquierda.
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El último tramo de la escupidera es toda una pedrera y aunque hay sendero bien marcado, hay que ir con precaución, tanto por la gran inclinación como por las piedras sueltas y arena, que hacen que avances un paso y retrocedas dos. Aún así, se puede subir medio bien.
Algunas nubes comenzaron a hacer su aparición, hubo que ponerse el cortavientos antes de llegar a la cumbre.
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Una vez en el collado, unos pocos metros antes de llegar a cima.
La panorámica sobre diferentes picos pirenaicos españoles y franceses era alucinante. Aquí hay un pequeño refugio vivac.
Acometimos el último repecho en cinco minutos y finalmente estábamos en la cumbre de Monte Perdido (3355m. altitud).
¡Momento Glorioso¡ excepto por las nubes, aún así, entre nube y nube, pudimos disfrutar de buenas panorámicas.
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El regreso lo hicimos sobre nuestros pasos.
Llegamos al refugio poco antes de las 5 de la tarde. Hicimos una parada para descansar y nuevamente retomamos la marcha para llegar al punto de recogida del autobús, poco más de las 7 de la tarde.
Una gran jornada para recordar y repetir por unos parajes increíblemente bellos y sorprendentes. |
Nos gustaría que nos dieses tu opinión sobre esta ruta en nuestro
FORO
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