La expedición de belladurmiente regresa del Himalaya

Han regresado del Himalaya los miembros de la Asociación belladurmiente tras una nueva expedición.  En esta ocasión Salvador Hurtado, Sergio Cano, Toñi Ramírez y Mari Trini Torralvo, han viajado al Nepal para una toma de contacto con el Himalaya.

La montaña elegida ha sido el Mera Peak (6476 m), una bellísima montaña situada al sur del Everest en Makalu Barun National Park. Para ello hubo que viajar hasta Katmandú (Nepal) y después a Lukla (territorio Sherpa), donde comienza el trekking atravesando el remoto valle del Hinku.

Un trekking largo y con mucho desnivel, con paisaje impresionante y un clima que durante el día recorre las cuatro estaciones. Varias horas después de la llegada a Lukla, ya caminaban a la altura del punto más elevado de la península española.  

Nada más llegar a Katmandú cogieron un vuelo en un pequeño avión y se trasladaron a Lukla (2860 m.) Una vez preparado todo el equipo, comenzaron a caminar hacía camp Chutanga (3.450 m. altitud). Este es el nombre que se le da a esta zona, a lo largo de su ladera llena de bosques con Rododendros, en el camino, es fácil encontrar Yaks pastando (estos son bovinos nativos del Himalaya).  El paisaje cambia cuando se trasladan desde camp Chutanga a camp Kharkateng (4.000 m. altitud), en este campamento hay excelentes vistas sobre el valle del Dud Kosi.

A esta altura ya hay nieve, y esa misma tarde nevó hasta la mañana siguiente.  Las rampas con nieve en polvo sobre placas de hielo dificultó la caminata para cruzar el Kalo Himal cresta que separa el Valle Hinku del Khumbu. Hay dos collados que cruzar,

El  Zatrwa la a 4.600 m. a de altitud y El Zatrwa Og que está a 4.750 m.

Para el descenso hasta Thuli Kharka a (4.250 m. altitud) no fue fácil por la ventisca del medio día (en el refugio nos comentaron que era un pequeño monzón fuera de la temporada de los monzones). Continuó el mal tiempo desde Thuli Kharka a Kote  (4.182 m.) Se siguió descendiendo por el valle Hinku hasta el río Sanu Khola, con un sendero entre rio y bosque.

Mejoró el clima de Kote a Tagnag (4.350 m.) con las primeras vistas del Mera Peak, siguiendo el río, se sorprendieron al pasar por un Gompa  (santuario) construido bajo una enorme roca hace más de 200 años. Atravesando morrena llegaron hasta Tagnag.   Desde este campamento, ascendieron al Kusum Kanguru (5.000 m.) para lograr una aclimatación idónea.

Sigue camino desde Tagnag a Khare (5.045 m. altitud), continua el sendero por el mismo barraco del rio Sanu Khola que comenzaron en Tashing Ongma.

Una parada obligatoria en la laguna Sabai Tsho y más adelante camp Sig Kharka. En este punto la pendiente se embrutece, hasta la llegada al camp Khare.

Este campamento cada vez se utiliza más como campamento base, dejando el campamento principal del Mera Peak (5.350 m. altitud) de poco uso. En este campamento  se practicaron  técnicas para caminar sobre hielo y rescate.

Desde Khare ascendieron por la cara norte del Mera Peak, esta fue una larga travesía por la morrena y glaciar, pasando por el Mera,  hasta el Hight camp 5.840 m.  Desde este campamento, partieron a las dos de la madrugada para ascender los más de 600 metros de desnivel que hay hasta la cumbre. Durante las primeras horas, la noche estaba en calma a pesar de la bajísima temperatura (entre 15 y 20 grados bajo cero).

Conforme se abría el día, el viento iba en aumento, haciendo que andarán envueltos en una nube blanca de nieve polvo con fuertes ráfagas.

Aunque esta montaña presenta pocas dificultades técnicas, el viento, el frío, la nieve y las grietas en esta época del año, han hecho que la subida hacia la cumbre, haya sido muy dura. ¡Hasta el punto! Que cuando quedaban menos de ciento cincuenta metros de desnivel a la cumbre desistieron.  Antes de pasar por una arista muy expuesta y peligrosa, acentuada por las condiciones climatológicas que estaban sufriendo. Regresaron debido al fuerte viento al hight camp (5840m),  posteriormente a Khare (5095m)

Coincidieron en el trayecto con dos expediciones (diez suecos y cuatro australianos). Ninguno de ellos, pudieron subir donde llegaron los españoles.

Siete de los diez suecos tuvieron que ser evacuados por helicóptero desde Khare, al enfermar por el mal de altura. No lograron pasar la prueba, de estar por encima de cinco mil metros.

Nuestra expedición tenía dos días de margen y día después sacaron fuerzas no se sabe de dónde, para volver a repetir el ascenso con la misma mala fortuna. Les quedó el placer de disfrutar al máximo de esas montañas sin comerse la guinda.

 El descenso se hace tranquilo, el viento va desapareciendo conforme se introducen en el barranco del río Sanu Khola. Vuelven por el mismo camino de la ida, hasta su llegada a Lukla.

Las previsiones meteorológicas no eran buenas para los próximos días y los pequeños aviones no pueden volar. No hay otro medio de regreso a la capital del budismo, de la meditación, de la paz universal y utilizan un helicóptero con niebla y lluvia.

Una vez en Katmandú, el olor a incienso, por el olor de sus calles, de sus templos, rodeadas por una masa multicultural de gente que se acerca a esta ciudad.  Buscando múltiples cosas, cultura, montañas, música nepalí, bellos paisajes, maravillosos trekking y mucho más.

Desde la morada de los dioses, regresan a casa y a seguir entrenando para la próxima aventura.

 
Contacto: Salvador Hurtado
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