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Subida al Cerro de la Mina, Sierra Alhamilla


Este cerro también está en la agenda, entre los cortos recorridos cerca de la capital almeriense. Es peculiar y visto desde algunas zonas de la capital, parece un triángulo.
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Mirando a la izquierda de Sierra Alhamilla, vemos como dos triángulos, el de la izquierda es el Cerro de la Mina o también llamado el Cerro del Fuerte (523 m.) y en el centro el Cerro Alfaro (740m.), ambos pertenecen al Municipio de Rioja.
Este cerro es recomendable hacerlo por dos zonas: Desde el camino de los Yesos por la arista norte o por donde fuimos, un collado (415m.) en su cara Este.
Salimos desde la capital almeriense y a llegar a la rotonda de Viator, cogemos dirección a Granada por la A 92 y en 10 Km tenemos la salida 382, seguimos unos cuatrocientos metros y llegamos a la barriada de Los Rincones.
Preparamos el equipo y comenzamos a caminar por el camino de los Yesos entre cortijos. A unos 2 kilómetros llegamos a una gran hoya artificial y ya no se escuchan ruidos. No hace una hora que estaba en casa y ahora parece que estoy en otro planeta. De momento el recorrido es camino, aunque hay zonas que se han hecho grietas inmensas y hay que ir saltando para seguir.
A tres kilómetros y medio dejamos un carril a nuestra izquierda, a cinco kilómetros llegamos a un collado de 421m. La pista se corta a un kilómetro más adelante, nosotros giramos a la derecha y la seguiremos para la vuelta.
Alguno de nuestros compañeros deja la mochila aquí, puesto que después volveremos a este mismo lugar. Comenzamos la subida a este cerro, es algo complicada y mejor no subir con niños, ni personas con vértigo. Hay trazas para seguir, hay zonas que resbala, con caída estupenda para perder la vida.
En este cerro se respira vida, hay muchos restos de cerámica por todos sitios y es un lugar poco visitado (jeje, se aprecia al no encontrar basura) Una vez que llegamos a las rocas más altas, vemos que ya estamos en la cumbre. La cara Oeste está muy vertical, quizás por cara Sur lo intentaremos en otra ocasión, hay una buena trepada.
Volvemos donde dejamos las mochilas, hacemos una pequeña parada y regresamos. Seguimos por la pista, hasta encontrar por donde pasamos antes y regresamos al punto de partida.
Es genial hacer estos cortos recorridos por las tardes ahora que son más largas, en unas tres horas y en el caso de hoy con más de nueve kilómetros.