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HIDROELÉCTRICA- LOS
CIEN ESCALONES LAUJAR DE ANDARAX
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Partimos desde el merendero del
nacimiento en Laujar de Andarax y una
vez pasado el restaurante La
Fabriquilla, seguimos por la pista
paralelos al río unos 300 m. donde
aparcamos los vehículos.
A
pocos metros está el panel informativo
que es justo donde comienza la ruta La
Hidroeléctrica.
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Pasamos entre los dos pinos que
tienen pintado las señales del
sendero, acto seguido comenzamos a
ascender por la empinada y pedregosa
ladera de la montaña.
El desnivel es
fuerte nada más empezar, pero en 25
minutos ascendiendo entre pinos por
el sendero, aún encontrándonos con
algunos trancos de roca, llegamos al
canal de La Hidroeléctrica "Duque
del Infante" o mas comúnmente
conocido como La Acequia de Hormica.
Apenas si hay señalizaciones en este
tramo pero no tiene pérdida alguna.
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Ésta, es prácticamente la única
subida fuerte que hay en la ruta y
que dura una media hora, a partir de
aquí el recorrido es un paseo...
Una vez en la acequia, continuamos
por ella, siguiendo las indicaciones
de los hitos de esta PR. Íbamos todo
el rato paralelos a la acequia.
Desde esta altura, las vistas eran
estupendas.
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Llegamos a la primera
galería, (es recomendable llevar
linterna para esta ruta, hay varias
galerías por las que se pasan,
llegando a tener la más larga
aproximadamente 15 metros de
longitud).
Es admirable ver la
obra que tuvieron que hacer en su día
sobre la roca para poder hacer este canal.
En los tramos de las galerías el único
paso, es a través de ellas, grandes láunas sirven de firme para el suelo.
Si no lleváis linterna, no os
apuréis... El piso es firme y todo
está muy cuidado, con el mismo bastón
puedes pasar guiándote sin
problemas.
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Serpenteando al son de
la acequia, disfrutábamos de los
diferentes colores y formaciones de la
montaña, así como de la vegetación y
del paisaje. Cruzamos galerías más
cortas sin usar linternas.
En alguna zona de la acequia donde hay
que transitar con más precaución, hay
quitamiedos de madera que ayudan al
paso.
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Tras cruzar estos
túneles, llega un momento en el que el
sendero te aleja de la acequia,
obligándote a ascender unos metros
para nuevamente en poco tiempo, volver
a descender hasta llegar a la acequia.
Este desvío se debe a
un gran desprendimiento del monte,
vimos como se lo había llevado el
agua.
Elementos propios de la acequia nos
fuimos encontrando a
nuestro paso, como llaves, tipo rueda
de hierro, que servían para cerrar o
abrir las compuertas de la misma.
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Divisábamos al fondo del barranco la
pista, y más arriba, al otro lado del
río, el cortafuegos y el sendero entre
los pinos por donde pasaríamos más
tarde.
Llegamos a la altura del Barranco de
Chillo. Un antiguo y hermoso
puente-acueducto, nos ayudó a
cruzarlo.
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La infraestructura con
la
que está hecha la acequia es
admirable, llegamos a un tramo donde
está subterránea, y podemos observar
un arco hecho de piedra.
La montaña va suavizando la
verticalidad, y ahora caminábamos por
dentro de la acequia, en la cuál
encontramos abundante vegetación a
nuestro alrededor. Pasamos junto a una
sima, situada a la derecha en el
sentido que llevábamos.
Llegamos al cruce con
El Sendero del Aguadero, éste sigue
hacia la montaña, pero nosotros
continuamos rectos por la acequia. |
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Nuevamente pasamos
entre zonas rocosas y con mucha
vegetación. Nos llamaba la atención
entre otras cosas la diferente y
curiosa flora que nos íbamos
encontrando en
el camino.
Llegamos junto a La
Presa de La Murilla, lugar donde nos
relajamos y ojeamos todo.
Ascendimos por las
escaleras de piedra y llegamos a un
hermoso y frondoso bosque junto al
río, lo cruzamos y bajamos por otras
escaleras hasta la misma presa.
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¡Qué visión tan
maravillosa desde este punto de la
presa!
Volvimos a subir las escaleras y
cruzar el río, para retomar el
sendero.
Por éste y tras transitar por un paso
un tanto dificultoso, que lo bajamos
ayudados por un cable acerado,
cruzamos el río por un puentecito de
madera.
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A partir de aquí
comenzamos a ascender un repecho por
una ladera sin apenas árboles y
que nos llevaron a la pista. Éste es el
momento de atención que poca gente
conoce. La mayoría que hacen este
sendero, vuelven por el mismo sitio o
bajan por la pista.
Nosotros lo unimos
con el de Los Cien Escalones. Para
ello descendimos por la pista unos
metros dirección al barranco. Desde
aquí hay una bonita visión del
Almirez.
Continuamos hasta
llegar a un cruce de pistas.
Abandonamos por la que veníamos y
giramos a la derecha ascendiendo junto
a viñedos.
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Caminábamos por la pista junto a
una valla de color verde, entre encinas y si
girábamos la cabeza hacia detrás, veíamos El
Almirez al fondo. La pista gira hacia la derecha
y se separa de la valla, (aquí comenzamos a ver
señalizaciones blanca/amarilla).
Se pueden ver las casas de la
finca. Nosotros continuamos por un senderillo,
paralelos a ésta. Una vez terminada la valla de
la enorme finca, el sendero transcurre entre
pinos.
Zigzagueando a media montaña,
entre algún barranquillo y con estupendas
panorámicas, pudimos ver al otro lado del río,
el tramo del sendero de La Hidroeléctrica por
donde habíamos pasado anteriormente. La visión
era la opuesta a la que tuvimos cuando íbamos
por la acequia.
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Llegamos a un
punto donde el sendero que desciende entre
escalones de piedras te llevan
directamente a la fuente que hay en el Área
Recreativa del Nacimiento.
Habían transcurrido
cuatro horas desde el comienzo de nuestra ruta,
en el margen derecho del río Nacimiento.
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Nos gustaría que nos dieses tu opinión
sobre esta ruta en nuestro
FORO
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